Cecilia de Pool

Nuestra querida y gran amiga Luciana Kube Tamayo se nos presenta hoy con su derroche de talento interpretando de manera insuperable dos piezas de Adolfo de Pool. Dos merengues seguidos, dos sentires folklóricos centrales llenos de sabor que por su letra nos invitan a degustar, no solo uno de nuestros más representativos platillos venezolanos, sino a disfrutar su ritmo indudablemente sabroso y caribeño. Y caraqueñísimo. Siendo zuliano, Adolfo de Pool, supo captar con plenitud aquellas diferencias regionales que separan, se diría, alegre, pero definitivamente, nuestros diferentes géneros musicales.

He aquí, su hermosa y especial dedicatoria:

Hoy es un día único. Se cumple una meta que me planteé desde hace mucho tiempo: lograr grabar algo de la música del maestro Adolfo de Pool (1881-1971), un compositor venezolano que admiro por su música y además por la historia que me une a ella. El compositor, que había nacido en Maracaibo, estando ya en Caracas fue vecino y amigo de mis abuelos Eduardo Tamayo García y Josefina Salomón de Tamayo. Le daba clases de música a mi mamá, Lucero Tamayo y a mis tías Estrella y Guadalupe Tamayo.

Tiempo después los demás miembros de su familia pasarían a conectar con la mía, sobre todo la gran amistad que surgió entre su hija Cecilia y mi mamá. Cecilia era una artista de la cabeza a los pies: pianista y pintora, con una sensibilidad excepcional y una bondad infinita. De pequeña la recuerdo a ella siempre sonriente, sus manos llenas de pintura cuando no estaba al piano, y muy ocurrente. Junto a mi mamá tuvieron en casa un taller de pintura para niños por años, en el que entre otros estudió nuestro querido Audelino Moreno González y mi hermana Ana Kube .

Luciana Kube

Íbamos en vacaciones a la escuela Cristóbal Rojas a acopañarlas a sus clases con maestros de la pintura venezolana y el arte en general como Régulo Pérez o Antonieta Sosa y durante el año íbamos a todas las exposiciones colectivas donde mi mamá y Cecilia participaban. Ese mundo lleno de música y colores para mí lleva siempre el nombre de Cecilia.

Sus hijas, Irama e Ileana, ambas músicos, siempre nos recibieron con gran amor en aquella casa, donde pasábamos las tardes viéndola tocar los valses de su papá, y en Navidad los aguinaldos, que nos llenaban de emoción. Más tarde Irama sería mi profesora de cuatro. Las recuerdo con gran cariño y siempre nos hemos mantenido en contacto.

Lucero Kube

Cecilia logró poner letra a decenas de canciones de su papá, pero la mayoría no se han podido grabar en estudio hasta hoy. Por eso he comenzado con dos temas, El mondongo y Botuco, dos merengues, que Ileana e irama me propusieron y hoy, precisamente la semana de cumpleaños de Yleana, las lanzamos para que las disfruten y nos ayuden a difundirlas. Gracias a ambas por darme permiso para comenzar esta aventura y apoyarme!!!

La música de Adolfo de Pool es parte importante del patrimonio musical venezolano y como heredera de esa tradición me uno a Irama e Ileana junto a Lucero Tamayo, a la tarea de dar a conocer este repertorio en homenaje a padre e hija de Pool con un inmenso respeto y agradecimiento junto a Leoncio Ontiveros, el apoyo de Carlos Silva y todo el equipo que trabajó en esta tarea. Nuestra intención es completar un álbum EP de tributo a Adolfo de Pool.

La receta del mondongo está ahí, ¡ahora les toca a ustedes prepararla!, eso sí, mientras bailan también el Botuco.

Disfruten esta primera entrega y si todo sale como queremos, pronto vendrán más.

Un abrazo grande.