jueves, 23 de junio de 2022

La Virgen de la Corteza


 

La Virgen de la Corteza

Técnica mixta: Aerógrafo, pastel, creyones

70 x 50 cm.

Teresa Carreño

 


Teresa Carreño

Acrílico sobre lienzo

79 x 63 cm.

El Salto del Caroní


 

El Salto del Caroní

Acrílico sobre madera

69 x 69 cm.


Ruinas de Ramsés II


 

Ruinas de Ramsés II

Acuarela y plumilla

40 x 35 cm.


Reverón en azul


 

Reverón en azul

Acuarela

50 x 40 cm.

Ramillete de flores que un día...

 


Ramillete de flores que un día...

Acuarela y plumilla sobre cartulina

51 x 37 cm.

Piedra del Indio


 

Piedra del Indio

Acrílico

85 x 65 cm.

Petroglifos


 

Petroglifos

Acuarela

56 x 46 cm.


Parque Macarao


 

Parque Macarao

Acrílico sobre lienzo

67 x 57 cm.

Paraje con flores rojas


 Paraje con flores rojas
Pastel
62 x 50 cm.

Mutación


 

Mutación 

Acuarela sobre cartulina

36 x 26 cm.

Mutación pequeña

 


Mutación pequeña

Acuarela sobre cartulina

34 x 30 cm.

Mis flores favoritas

 


Mis flores favoritas

Acrílico sobre lienzo

50 x 59 cm.

Mestizaje

 


Mestizaje

Acrílico sobre madera

122 x 92


Marina al atardecer

 


Marina al atardecer

Acrílico sobre madera

69 x 69 cm.

miércoles, 22 de junio de 2022

Manglar


 

Manglar

Acrílico sobre lienzo

58 x 42 cm.


Manglar II

 


Manglar II

Acrílico sobre lienzo

58 x 42 cm.

La negra


La negra

Pastel y plumilla

71 x 58 cm.


 


La catira


 

La catira

Acrílico sobre lienzo

51 x 41 cm.

La casa del camino


 

La casa del camino

Oleo sobre lienzo

60 x 59 cm.

Hortensias azules


 

Hortensias azules

Acrílico sobre lienzo

68 x58 cm.



Garcero con corocoras

 


Garcero con corocoras

Acrílico sobre madera

77 x 67 cm.



Flor amarilla

 


Flor amarilla

Acrílico sobre lienzo

64 x 54 cm.

Garcero en el manglar con corocoras

 


Garcero en el manglar con corocoras

Acrílico sobre madera

67 x 77 cm.


Dos crisantemos

 


Dos crisantemos

Acrílico sobre madera

59 x 49 cm.


Después de la lluvia


 

Después de la lluvia

Acrílico sobre lienzo

55 x 45

lunes, 20 de junio de 2022

Del Guarataro

 



Del Guarataro

Tinta china y plumilla

56 x 39 cm.

Crisantemos


 

Crisantemos

Acrílico sobre tela

67 x 58 cm.


Cesta azteca

 


Cesta azteca

Acrílico sobre lienzo

58 x 48 cm.

Caserío a la orilla del río.


 

Caserío a la orilla del río

Acuarela

46 x 36 cm.

Caño con Pájaros

 


Caño con pájaros

Acrílico sobre lienzo

48 x 38 cm.

Camino a la montaña

 


Camino a la montaña

Acrílico sobre lienzo

52 x 42 cm.

Camino a casa

 


Camino a casa

Acrílico sobre lienzo

65 x 55 cm.

Callecita llanera

 


Callecita llanera

Acrílico sobre lienzo

61 x 51 cm.

Ánforas de la neblina

 


Ánforas de la neblina

Acrílico sobre lienzo

100 x 76 cm

Aflorar de primavera

 


Aflorar de primavera

Técnica Acrílico sobre madera

149 x 120 cm

sábado, 18 de junio de 2022

El renacer de la semilla

 


Fiesta de los pájaros

 


Gallito de las rocas


 

La fiesta de las flores

 


El encuentro

 


El encuentro

Técnica mixta

Tinta china y acuarela

El lavanderito

 


El lavanderito

Acrílico sobre tela

El hervido de pescado

El hervido de pescado
Técnica mixta
Acrílico aerógrafo
 

sábado, 11 de junio de 2022

Inolvidable Cecilia

   


 Inolvidable Cecilia

    Cecilia está presente en una parte importante de mi vida, formando mis más bellos recuerdos. Su partida me da mucha tristeza, compartimos momentos muy bellos en la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas, por los caminos del Arte y de la Música, donde siempre estaban presentes todas las composiciones de su padre Adolfo de Pool; recuerdos bellos que fueron alicientes en su vida, lo más importante y una de sus grandes motivaciones.

    Su sencillez, su admiración ante la Naturaleza, su alegría de vivir, su amor por el apostolado y los niños humildes, los llevaré siempre dentro de mi corazón. Compartimos la Catequesis parroquial, el Cursillo de Cristiandad; la quise mucho y la admiré, por ese profundo amor a Dios y a los demás. Siempre lista para servir, para ser solidaria, para amar.

     Últimamente pintaba incesantemente flores que se convertían en pájaros y componía letras para la música de su papá, con una vida interior llena de dulzura y paz; ejemplo para todos.

    Inolvidable en el recuerdo, presente en el cariño, en la Naturaleza y en los colores y en todo lo bello que su vida significó para mí y para todo aquel que pudo en algún momento, formar parte de su entorno vital.

Lucero Tamayo de Kube

13 de marzo de 2005

A Cecilia María. Por Wiston Jiménez

 


A Cecilia María

    Tardíamente Cecilia, me enteré de tu inconformidad con tu segundo nombre, quizá el más universal de todos los nombres, también el que han poseído millones de mujeres críticas como tú; que siempre compartieron su vida entre gentes, repartiendo saetas, ironías, versos y notas musicales. Sin duda que no dejarás de hacer eso y más, lo que más quisiste, crear, inventar, trazar, queriendo plasmar tus ansias redentoras para que el mundo, y sobre todo los tuyos, no te puedan olvidar.

    Bueno pues, será así. No podremos alejar tu señorío, tu elegante andar entre las piedras, venciendo las dificultades a pesar de lo empinado de sus cuestas y no podremos dejar de opinar de tus finas y agudas salidas en el momento más acertado, no podremos dejar de ver tus trazos ocres en las paredes de los hogares de tus queridos amigos. No podremos dejar de leer tus cuadernos de música tan celosamente guardados, para que al final cuando ya es posible el gran reconocimiento a Adolfo, vengas a irte seguramente para adelantarte en el conocimiento del programa definitivo.

     No podremos olvidar tu dedicación a Dios, porque fue tan intensa como las notas de tus cantos al vibrar en cada reunión de cada día en la casa de Dios que te fue tan cara, querida. No podrán olvidarte tus sobrinos ya que fuiste maestra transmisora de la pasión de la familia, la música. No podrán olvidarte tus hijos con quienes compartiste hasta el último aliento. Tu inmensa pasión por el Arte y por transmitir hasta la inmensidad, esas notas musicales, valor y esencia de toda vuestra descendencia.

    En fin, no podremos olvidarte sentada al piano recreando La fiesta de las niñas, María Cecilia o Triste y Solitario, porque además nunca dejarás de interpretarlas allá entre los humocaros, cantando y haciendo sonar tu estirpe de mujer y tu talante de artista.

Winston Gimenez

Barquisimeto, 13 de marzo de 2005